Preguntas frecuentes sobre mis servicios de fotografia

Aquí encontrarás las respuestas a las preguntas más comunes sobre mi trabajo como fotógrafo profesional. Mi objetivo es ser transparente y que te sientas seguro a la hora de contratarme. Si tienes alguna otra duda que no esté resuelta aquí, no dudes en contactarme. Estoy aquí para ayudarte a resolverla y hacer que tu proyecto fotográfico sea un éxito.

Mi compromiso con los clientes es total. Cuento con equipo de respaldo para cualquier eventualidad. Si mi cámara «coge la gripe», tengo otra lista para continuar. Y si por alguna razón imprevista yo no pudiera asistir (algo que, créeme, es muy improbable, ya que soy autónomo y no enfermo), te devuelvo el dinero de forma íntegra. La única excepción sería la fianza, en caso de que la sesión sea cancelada por razones ajenas a mi persona.

Sí, la puntualidad es clave para mí. Para reportajes de producto, moda o fotografía inmobiliaria, el plazo de entrega es de 4 a 5 días hábiles. En el caso de conciertos, festivales y eventos, entrego un resumen de fotos en tiempo real y el dossier completo en 10 días. Para bodas, el plazo es de 150 días hábiles, siempre acordando los tiempos contigo para asegurar que todo sea perfecto. Mi objetivo es personalizar cada proyecto y adaptarme a tus necesidades.

La fianza es un concepto de reserva de fecha. Al pagarla, ese día de mi agenda queda reservado exclusivamente para tu proyecto. Si el proyecto se aplaza, aplazamos la fecha sin problema. Si se cancela, la fianza no es reembolsable, ya que ese día ya lo he reservado para ti, impidiendo que pudiera aceptar otros trabajos. Como te dije, tengo el «mal hábito» de comer y pagar facturas.

Sí, trabajo con proveedores especializados para ofrecer álbumes personalizados con distintos acabados y papeles.

Sí, guardo tus fotografías en mi servidor durante un mínimo de dos años. Esto te da la tranquilidad de que tus recuerdos están a salvo. Pasado ese tiempo, me pondré en contacto contigo para saber si quieres que las mantenga o si ya no las necesitas. Muchos de mis clientes confían en mí para ser su banco de fotos a largo plazo.

Sí, pero para bien. Ser autista me convierte en un superfotógrafo. Mi capacidad de observación se dispara y puedo aislarme del entorno para concentrarme en capturar los momentos más especiales y únicos. Es una de mis mayores fortalezas.